Desde la Asociación de Psicología y Música de España (AEPMIM), nos complace presentar un artículo de nuestra socia fundadora y destacada profesional, Laura Moral Bofill. Con una extensa trayectoria en la psicología aplicada al rendimiento musical, además de ser docente en nuestros cursos de Formación Permanente, Laura es una referente en el campo, con diversas publicaciones y colaboraciones en congresos internacionales. En este artículo, explora el fascinante concepto del «Flow» y su aplicación para mejorar la práctica y el desempeño musical.
El concepto de «Flow»: Fluir en la música
El «estado de flow» es una experiencia psicológica de inmersión total en una actividad. En el ámbito musical, este estado de concentración absoluta se alcanza cuando la dificultad de la tarea se equilibra perfectamente con las habilidades del músico.
En ese momento, la persona se siente completamente conectada con la música, sin ser consciente del tiempo ni de los factores externos. Es un estado de conciencia óptima que permite la máxima expresión artística y la conexión más profunda con el instrumento y la pieza.
De la Ansiedad Escénica al Rendimiento Óptimo: El papel del «Flow»
La ansiedad escénica es un desafío común para muchos músicos, pero el «flow» puede ser una herramienta poderosa para combatirla. Al centrarse por completo en el proceso musical, el músico deja de lado la preocupación por el resultado, los errores o la opinión del público. Esta inmersión total minimiza los pensamientos negativos y los miedos, permitiendo que la interpretación fluya de manera natural y sin interrupciones. El «flow» no solo ayuda a superar la ansiedad, sino que también eleva la calidad del rendimiento a un nivel óptimo.
Bienestar y Desempeño: Los beneficios de la inmersión musical
Alcanzar el estado de «flow» de manera regular tiene un impacto significativo tanto en el bienestar personal como en el desempeño artístico. Esta experiencia genera una sensación de felicidad, realización y logro que va más allá de la práctica o actuación. Al vivir la música como una experiencia gratificante y sin esfuerzo, el músico fortalece su motivación intrínseca, lo que fomenta una relación más sana y duradera con su arte. El «flow» convierte la disciplina en disfrute, un pilar fundamental para mantener la pasión y la dedicación a largo plazo.
Estrategias para alcanzar el «Flow» en tu práctica diaria
Lograr este estado de inmersión no es algo que ocurra por casualidad. Se puede cultivar a través de la práctica consciente y algunas estrategias clave:
- Define objetivos claros y alcanzables: Saber exactamente qué quieres lograr en cada sesión te ayuda a enfocar tu atención.
- Encuentra el equilibrio perfecto: Ajusta la dificultad de la pieza a tu nivel de habilidad actual. Si es demasiado fácil, te aburrirás; si es demasiado difícil, te frustrarás.
- Elimina distracciones: Busca un entorno tranquilo donde puedas concentrarte por completo en la música sin interrupciones.
- Presta atención plena: Concéntrate en la experiencia sensorial de tocar, desde el sonido y la vibración hasta la sensación física del instrumento en tus manos.
Asociación Española de Psicología de la Música y la Interpretación Musical 
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